El Mundial de la homofobia


Mundial 2018, Comercial “Putin” de TyC Sport.
¿Por qué no es un chiste y discrimina a la comunidad LGTBIQ?



El día de ayer saltamos de la cama: mientras nos poníamos al día con las noticias mirando Twitter en paz, nos encontramos con un nuevo spot de TyC Sports sobre el mundial de fútbol.

El comercial comienza con la siguiente frase en la voz de un relator (voz de hombre, claro):

“Señor presidente de Rusia, nos hemos enterado de que su país no admite la manifestaciones de amor entre hombres, estamos en problemas”


A partir de allí, se suceden una serie de clichés que comparan al hombre apasionado con el fútbol con conductas que -supuestamente- corresponden a reacciones de homosexuales.  Entre ellas:
  • “Es común ver llorar a un hombre por otro hombre”
  • “Ver agachado a un tipo frente a otro”
  • “Tan normal como que se revuelquen por el pasto”
  • “Se paseen con los genitales en el cuello”
  • “Quizás para hombres duros como usted sea difícil de entender algunos gestos de amor” (En esta parte se hace una seña que se entiende como acto sexual).
Pasando en limpio, el hombre duro y heterosexual no siente, no llora, es orgulloso frente a otro hombre, los genitales y su cuerpo están lejos de otro hombre. Compara, en síntesis, el amor entre dos personas del mismo sexo, -un amor que trae aparejado, en muchos casos, años de lucha y gritos por aceptación; muertes, castigos que aún siguen vigentes; suicidios, malos tratos, daños psicológicos, insultos, etc.- con el amor que sienten dos hombres con un balón por medio.

Lo que el relator quizás ignora, es que en Rusia esta homofobia no queda solo -como si fuera poco- en chistes.
En Rusia, debería saber el relator, no se admiten las manifestaciones de amor entre gays. En Moscú, por ejemplo, sufren de acoso callejero cuando se muestran juntxs.
En Rusia hay grupos que cazan gays: personas que arman perfiles falsos en apps de citas, van para verte, van de a muchos… y te tortura, te pegan, te sacan fotos y después amenazan con contarle todo a tu familia. Te inducen al suicidio.
En Chechnya existen campos de concentración gay, lugares de detención para gays o bisexuales, para personas que aman de una forma que su país no acepta, donde son torturados y asesinados.

En los siguientes segundos del spot se muestra la imagen del jugador de fútbol Ponzio con su pantalón manchado por un sangrado provocado por hemorroides, acompañado de una voz en off que dice:“No hay nada más emocionante que ver a un hombre romperse todo por otros hombres”. En la lógica del comercial no sólo es gracioso o motivo de burla que los hombres tengan relaciones anales, sino que también presentan al sexo anal como algo doloroso y no asociado al placer.

Como si fuera poco, este comercial que también hace un chiste de “doble sentido” con el apellido del presidente ruso “Putin”. En síntesis: no sólo denota un preconcepto de debilidad y sensibilidad en los hombres homosexuales, sino que también se burla de ello y aprueba que los hombres heterosexuales puedan expresar libremente sus sentimientos SOLO EN CUESTIONES DE FÚTBOL. Además, desvía la gravedad de la persecución LGTBIQ en Rusia e ignora los estigmas a los cuales las identidades de género disidentes, están expuestas en nuestra sociedad.

Y no se olvidaron de remarcar que el fútbol es solo un deporte masculino, aunque haya millones de mujeres que amamos el fútbol. Más que masculino, diríamos que es de machos.
Concluye diciendo “Estamos enfermos, y ¿sabe qué? es contagioso.” 
No hay remate.


Nos gustaría que reflexionemos mucho sobre esto: ¿los publicistas de la agencia Mercado McCann no tuvieron la lucidez para pensar en cuantos niñxs y adolescentes habrá en sus casas intentando expresarles a sus familias su orientación sexual? Luego de ver este spot probablemente tengan menos fuerza para decirlo. ¿No pensaron cuantas personas que vienen sufriendo maltrato físico y psicológico se sentirán ahora más dolidos?

Por suerte el spot ha sido dado de baja, por suerte gran parte de la sociedad ha salido a gritar su enojo en su cara. Aunque no es solo una cuestión de suerte, sino el resultado de años de lucha y valentía, que contribuyeron a que entendamos que sentir amor no tiene que ser un castigo y que expresarlo libremente es un derecho de todas las personas.

Este comercial atrasa muchos años. Tomemos conciencia sobre nuestro lugar como publicistas, y como personas. ¿Te sigue pareciendo gracioso? Volvé a los ‘90s.

Ana Luz Mendieta - Sol Simich (graduadas de Lic. Publicidad)

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